jueves, 30 de diciembre de 2010

Capitulo 20.

*Yo*
Me desperté muy complacida por mi sueño. A pesar de la noche anterior, no estaba cansada; había dormido de maravilla.
Me desperecé en la cama y volví a recordar mi sueño. Fue un impulso el mirar hacia atrás para ver si habían colgado algo en mi pared, como en mi sueño. No esperaba nada, solo era curiosidad. Pero entonces lo vi. Oh dios! Había una foto de Justin y yo. La foto era realmente preciosa. Justin y yo saliamos mirándonos a los ojos mientras bailábamos.
Pero entonces... Justin si que había estado aquí la noche anterior. Eso significa que también me había dado un beso. Una sonrisa vino a mi cara. Por mucho daño que me hubiese hecho ayer, él era especial. Su manera de ser: chulo, pero sabe cuando parar. Su forma de mirar: penetrante, misteriosa, ingenua. Su forma de sonreír: dientes perfectos, blancos, deslumbrantes. Sus manías: mover el pelo constantemente, me volvía loca totalmente; morderse el labio, me resultaba tan misterioso y a la vez excitante cuando hacía eso.. ; tocarse el paquete, bueno, eso... mejor lo dejamos a parte. Y lo que definitivamente me enamoró de él: su voz. Su voz no la voy a describir porque me resulta imposible describir su maravillosa voz.
Empecé a sentir algo de frío. Claro, estaba únicamente en ropa interior. Fui al armario a coger algo de ropa.
Abrieron la puerta de la habitación.
Yo: Pero es que aún no has aprendido a tocar, Justin?
Justin no contestaba. Estaba parado. Me empezaba a asustar.
*JUSTIN*
Me desperté sobresaltado. Mi sueño había sido terrible. Estábamos en la discoteca. Todos escandilazados, yo tonteando con esas chicas... Decidí acercarme a la gente escandalizada. En medio de toda la gente esta Patricia. Estaba desangrándose. A su lado estaba el hombre que la intentó violar riéndose como un loco mientras repetía: "Todo por tu culpa, todo por tu culpa.. ".
Y así me desperté, con ese maldito sueño.
Fue un impulso el ir a ver si Patricia estaba bien.
Llegué a su puerta y dudé el si tocar o no. Preferí el no, ya que si estaba dormida la despertería. Abrí la puerta. Ahí estaba ella, sana y salva. Cuál fue mi sorpresa al encontrármela semidesnuda.
Patricia: Pero es que aún no has aprendido a tocar, Justin?
Yo no contestaba. Estaba demasiado ocupado observando sus increíbles curvas. Piernas perfectas, pechos firmes y abundantes, pelo rubio ligeramente despeinado... realmente sexy. Empecé a acercarme a ella.
Patricia: Jus.. Justin..?- dijo con cara de asustada.
Me estaba descontrolando. Últimamente con ella había perdido mucho el control de mí mismo.
La pegué suavemente contra la pared. Empecé a acariciarle su espalda con una mano mientras que con la otra me deslizaba por su pierna. Ella tenía los ojos cerrados y respiraba entrecortadamente.
Patricia: Just...- le corté con un beso.
El beso comenzó siendo leve, luego mucho más apasionado. Al principio ella se resistía un poco, pero después me agarró del pelo y me siguió el beso como si le fuese la vida en ello. Yo me desspegué de sus labios y empecé a bajar por su cuello. Llegué a su escote y ella soltó un gemido. Eso me puso demasiado cachondo y definitavamente perdí el control.
Le cogí de las piernas y la puse sobre mí estampándola contra la pared. Como es de suponer, yo estaba empalmado.
Patricia: Jus.. Justin.. para...
No le escuchaba. Estaba demasiado excitado con la situación. Le besé otra vez en el escote provocando que ella soltara otro gemido.
Patricia: Justin! En serio! Para!
Reaccioné. Patricia tenía cara de asustada. La bajé rápidamente de mí. Dios, dios, dios! Cómo podía haberla cagado tanto?
Yo: Lo.. lo siento...
Salí corriendo de la habitación. Estaba totalmente avergonzado por lo que había hecho. Cómo la iba a mirar ahora a la cara?
Yo aún seguía con mi calentón y sus consecuencias. Uf, me había puesto mucho.
*YO*
Uf, uf, uf... cómo me estaba poniendo. Dios Justin, para.. para.
Yo: Jus... Justin... para.
Él no paraba. Algo dentro de mí decía que parase, que no estaba preparada. Pero otra parte me decía " sigue, sigue". Justin volvió a besarme el escote y no pude evitar soltar un gemido. Esto había llegado demasiado lejos, opté por la primera opción. Pero aún no sabía que consecuencias iba a traer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario